MONOS CON NAVAJA

Y se fue Madelón nomas... Un cuervo que nos dio como jugador momentos mágicos demostrando él y sus compañeros que no hace falta salir campeón para que esta hinchada te quiera y te lo reconozca.
Como DT la cosa fue distinta. Los números no fueron buenos y terminó su ciclo en la derrota como local frente a Vélez en la 8° fecha del actual Clausura 2012. Dirigió en 12 partidos al Ciclón y San Lorenzo apenas ganó tres partidos, empató empató 3 y perdió 6 juegos.
Hay cosas que no entendí de Carol. Había sacado a Migliore y Champagne demostró estar a la altura de las circunstancias o, al menos, era similar a Migliore (para mi más). Sin embargo, en el último partido de su ciclo, en ese partido en el que se jugaba su puesto, volvió a cambiar de arquero. ¿Por qué? No lo se, realmente no le encuentro explicación racional. Encima Migliore volvió a ser un desastre con los pies aunque no tuvo directa responsabilidad en los goles. Gigliotti pasó de no ser tenido en cuenta a ser el 9 titular. ¿Por qué? Tampoco lo se. Si se lo impusieron debió haber renunciado antes y decirlo. Basta con esos "Código del Fútbol" que solo beneficia a los cobardes y nunca a las Instituciones.
Madelón había arrancado su ciclo diciendo que en estos momentos debía jugarse sencillo para no confundir al jugador. Así fue que terminó con la polémica táctica de jugar con tres defensores, decisión de varios técnicos que pasaron por la institución y que son parte de este promedio. Claro, los resultados no eran los mejores y cambió. Volvió a poner 3 defensores y así Romagnoli pudo volver a jugar de enganche siendo para mí el único puesto en el que puede rendir.
Ya había probado Asad este esquema para que Ortigoza y Romagnoli jugaran juntos pero jamás dio resultados. Tal vez, el triunfo en Córdoba frente a Belgrano, fue la única vez que San Lorenzo logró doblegar a su rival de turno gracias a las actuaciones de Romagnoli, Ortigoza y Kalinsky entre otros. Pero todo volvió a la normalidad la fecha siguiente. Si bien es cierto que Abal y su error nos imposibilitó de ganar, el equipo no se pareció ni un poquito al que había jugado una fecha antes, ya no corrió tanto. El partido siguiente, frente a Rafaela, el esquema y los nombres volvieron a fallar y se perdió uno de los partidos más infantiles de los últimos años.
Se dice que cuando tenés un jugador como Ortigoza y otro como el Pipi, deben jugar juntos sí o sí, para asociarse, crear peligro y desnivelar más fácil a los rivales de turno. Sin embargo, desde que volvió el Pipi y desde que está Ortigoza, una sola vez los vi jugar bien a los dos juntos.
El resto de las veces siempre significó sacrificar orden por esquema, y tal vez algún nombre, para que San Lorenzo sea inofensivo y que Ortigoza y Romagnoli fueran los puntos más bajos del equipo.
Incluso voy más allá. Desde que volvió Romagnoli a San Lorenzo tenemos este inconveniente con los técnicos de turno. Porque los libros de táctica evidentemente prohíben jugar con un solo volante de contención (aunque para mi Kalinsky puede hacerlo). Romagnoli, por una cuestión física no puede jugar por el costado, entonces ¿quien sale para que jueguen juntos Ortigoza y Romagnoli? ¿Kalinsky? Y no... Ortigoza es muy lento para jugar solo en el medio. ¿Entonces sacamos un delantero? ¿A quién? ¿A Bueno o a Salgueiro? Entonces sale un defensor y ahí nace la famosa línea de tres que tantos dolores de cabeza nos dio.
Pero hay más, parece que también está prohibido sacar del equipo a un jugador de "renombre" que aportó muy poco en la mayoría de los partidos.
Yo no dudo de las cualidades futbolísticas de Ortigoza pero por su rendimiento en algo más de un año me permito dudar si debe ser necesariamente intocable. Ortigoza contra Vélez fue un jugador intrascendente, no corrió, no marcó ni tampoco hizo jugar al equipo. Sin embargo, cuando Madelón lo sacó, algunos se asombraron, como si fuera una locura sacar del equipo a un tipo que casi no hizo absolutamente nada.
Es cierto que todos estábamos de acuerdo con que haya venido Ortigoza porque tendría que haber sido la cuota de fútbol que al equipo le faltaba. El Pipi venía de lesión en lesión y a San Lorenzo le faltaba juego. Pero no rindió de acuerdo a lo esperado. Futbolísticamente hizo demasiado poco para un refuerzo que es una pieza fundamental en el armado del equipo. Se dijo, a modo de excusa, que le faltaba hacer una buena pretemporada y tener vacaciones ya que cuando vino y finalizó el primer torneo jugó para Paraguay la Copa América. Eso implicó que no tuviera vacaciones ni que pudiera realizar la pretemporada con San Lorenzo. Cuando finalizó su segundo torneo tuvo sus merecidas vacaciones y entrenó junto al plantel Santo en Mar del Plata para ponerse a punto y tener un torneo, hasta acá, bastante mediocre.
No es culpa de Ortigoza que hoy tengamos solamente 8 puntos y que estemos más cerca, por proyección lógica, del descenso directo que de salvarnos de la promoción. Tampoco es culpa de Romagnoli ni de nadie en lo individual.
No quiero que se interprete que Ortigoza, Romagnoli, Salgueiro, Madelón, Migliore, Bottinelli, Palomino y/o Abdo por sí solos son responsables.
Si Romagnoli y Ortigoza no le hacen bien al equipo y uno de los dos (o los dos) deben ir al banco de suplentes, deberían acatarlo y punto, por San Lorenzo. Y si el técnico se equivoca deberían pensar cuánto se han equivocado ellos dentro de la cancha antes de enojarse.
Pero esto no sucede, de hecho, Pablo Migliore se negó a jugar en reserva e ir al banco de suplentes en varios partidos. Le tocó a Migliore mostrar la hilacha pero dadas las circunstancias creo que cualquiera hubiera reaccionado más o menos parecido.
Este equipo sumó 19 puntos en las 19 fechas del Apertura. En el Clausura van 8 de 8. Flojísimo. Encima varios jugadores se creen con derecho a exigir quien o quienes deben jugar o salir del equipo. Pero lo más grave no es el derecho que suponen tener sino como se comportan dentro del campo de juego (y fuera de él también) cuando sus exigencias no son complacidas. ¿Cómo puede cualquiera de estos jugadores sentirse intocable si hace tres años que vienen en caída libre?
Si estas actitudes continúan, el destino marcará, salvo un milagro, que perdamos la categoría. No hay muchas alternativas si se siguen poniendo intereses personales por sobre los de San Lorenzo.
A nosotros se nos desgarra el corazón en cada partido, en la semana pensamos más que nunca en San Lorenzo y resulta que quienes tienen en sus pies nuestro destino deportivo se pelean por migajas, por quien juega y quien no, por lo que se ventila y lo que no y siempre se ponen por encima de San Lorenzo.
Venga quien venga, si no se soluciona esto no hay escapatoria y el destino estará sellado. Aún hay tiempo, pero dependemos de monos con navajas.

Comentarios

  1. Yo hubiese titulado la nota "Hijos de puta con botines", pero entiendo la prolijidad periodística.

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