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Habiendo transcurrido un poco más de un cuarto de este Torneo Final, es un buen momento para hacer un análisis matemático de cómo está San Lorenzo de cara a la lucha por mantener la categoría.

No se ustedes, pero al menos yo estoy cansado de ir a la cancha y sufrir cada punto como si fuera oro para evitar lo peor. Pienso que si ganábamos el domingo podríamos haber sacado una diferencia importante como para no sufrir tanto ante un eventual mal resultado en los próximos partidos.

Por eso, para ver dónde estamos parados, creo oportuno hacer un análisis matemático de la situación actual.

Lo difícil de los promedios es que se compite contra equipos que dividen por distinta cantidad de partidos, ya que algunos (como San Lorenzo, Argentinos Jrs., All Boys e Independiente) dividen por tres temporadas, otros por dos (Unión, San Martín SJ y Rafaela) y en este caso uno solo por una temporada (Quilmes).

Se dice que para que un equipo no sufra con el promedio debe sumar, al menos, 50 puntos por temporada. Si nos basamos en esa teoría, y teniendo en cuenta los puntos que le faltan a cada equipo para llegar a ese promedio (1,316), la tabla sería de la siguiente manera (indicando los puntos que le faltarían a cada equipo):

 

All Boys....................19 pts.

Quilmes....................21 pts.

Atlético Rafaela..........24 pts.

San Lorenzo..............27 pts.

Argentinos Jrs............27 pts.

San Martín SJ............32 pts.

Independiente...........37 pts.

Unión.......................38 pts.

 

En esta teoría, los equipos más comprometidos serían Unión, Independiente y San Martín de San Juan. Luego, no mucho más lejos aparecerían Argentinos, San Lorenzo y Rafaela.

Pero esta teoría, como cualquiera que quiera aplicarse es tan relativa como suponer que si yo me como una manzana y vos no comés ninguna, en realidad comimos media manzana cada uno...

A lo que me refiero es a lo siguiente, ¿alguno de estos equipos está en condiciones de sumar los puntos que dice esa tabla? Tal vez, All Boys y Quilmes, por ser los que más cerca están puedan lograrlo. Si eso sucediera a nosotros no nos perjudicaría mucho, porque por debajo tenemos a varios equipos bastante más complicados que nosotros, aunque Quilmes sería un rival menos.

Por ahora, el descenso está peleándose entre Independiente y Quilmes. Un poquito más atrás está San Martín de San Juan y muy comprometido está Unión.

Hoy San Lorenzo está relativamente tranquilo porque le lleva 10 puntos a Independiente, entonces, si Quilmes levanta, todavía tiene una buena ventaja. Además, Argentinos Juniors no para de perder, por lo que incluso hasta eso tenemos a favor. El que se complica mucho si Quilmes levanta es Independiente.

Mientras Unión siga perdiendo, San Martín de San Juan no levante demasiado, e Independiente se mantenga a una distancia prudencial (no menos de 7 puntos), San Lorenzo no sufrirá demasiado.

Hoy con seis puntos estamos exactamente igual que el campeonato pasado tras 5 fechas jugadas. No necesitamos nada extraordinario para pasar el campeonato relativamente tranquilos y pienso que el equipo, sin perjuicio de lo que vimos hasta ahora (bueno o malo), tiene material para resolver esto.

El domingo jugamos mal, pero una vez más no merecimos perder. Incluso, durante los primeros 20 minutos podríamos haber marcado algún gol. Éramos bastante más que Tigre. Después el partido se emparejó, nos metieron un gol de penal dudoso y ya no supimos como superar dos líneas de cuatro, algo que muchos equipos nos van a proponer. Tal vez, eso sea lo más preocupante. Cada equipo que nos propuso no jugar, nos complicó.

Muchas veces los equipos que vinieron al Nuevo Gasómetro pusieron dos líneas de cuatro y buscaban meter un gol en alguna contra esporádica. Cuando salimos campeones en el 2001 los equipos no nos salían a atacar, y sin embargo no solo nos cansamos de ganar, sino que todos sabíamos que seguramente ganaríamos. No importaba lo que hiciera el rival. En la Copa Mercosur y en la Sudamericana lo mismo, ¿o acaso los visitantes nos salían a buscar el partido si no lo necesitaban?

Claro, teníamos un gran equipo. Pero sobre todo, se sabía a qué jugaba San Lorenzo y los hinchas lo sentíamos. Veíamos que el equipo jugaba bien, que sus errores eran superados por los aciertos y que si se complicaba, tranquilamente podíamos ganarlo con alguna maniobra individual. El cabezazo de Coloccini en el 1 a 0 a Los Andes sobre la hora, o el gol de Romeo a Independiente en aquel angustiante 4 a 3, son ejemplos de eso. Tipos concentrados al mango, pero sobretodo, totalmente convencidos de su superioridad.

Este San Lorenzo tiene herramientas para darnos tranquilidad y en varios partidos lo ha demostrado. Es cierto, en otros generó varias dudas por su falta de profundidad y peligro, pero en general me ha conformado. Tenemos un plantel para pelear algo más importante cuando estamos todavía peleando el descenso y de eso la gente no debe olvidarse.

El domingo, consumada la derrota, algunos se fueron enojados por el flojo desempeño del equipo, pero seguramente varios de ellos habrán pensado que San Lorenzo estaba para campeón por cómo jugó contra River siete días antes.

Si todavía estamos peleando el descenso (nos guste o no), no entiendo por qué algunos le exigen a este plantel como si pudiera ganar la Copa Libertadores.

A mi tampoco me gusta perder, pero que conozcamos nuestras limitaciones es el primer paso para mejorar.

Por eso me gusta Pizzi. Porque dentro de tanta malaria fue el primer técnico que logró sacarme el dolor de ojos (más allá del resultado y no tan allá). Además, en sus declaraciones siempre dijo lo que pasó y la mayoría vimos. Caruso, por ejemplo, hubiera hablado de si la mano fue o no fue penal, pero poco hubiera reconocido del pobre juego. Y si lo hacía, seguramente el gol y el penal hubieran sido muy determinantes para su análisis del partido. Y la realidad, más allá de si fue o no fue penal, es que San Lorenzo no pudo superar dos líneas de cuatro por sus propias limitaciones. 

Digo, se puede jugar mal, pero que el discurso desde adentro sea sincero me da tranquilidad. Por el contrario, me indigna cuando los técnicos comentan un partido totalmente distintos al que vimos todos.

En definitiva, pienso que futbolísticamente San Lorenzo va por buen camino. Va a ser duro, no nos sobra nada y todo es muy parejo (o pajero como diría Pizzi), pero si se mantiene la coherencia y la paciencia, todo puede ser más fácil.